La víctima fue identificada como Sarah Grossman, quien asistió una manifestación el pasado 28 de mayo.
Una joven manifestante en Ohio, Estados Unidos (EEUU), murió tras ser expuesta al gas pimientas y gas lacrimógeno, rociado por elementos policiales.
Durante la protesta elementos policiales reprimieron con gas pimienta y gas lacrimógeno y se registraron una serie de capturas.
Entre los detenidos estaba la manifestante de
22 años de edad que murió dos días después.
Su padre confirmó que su hija fue expuesta a los efectos del gas lacrimógeno y gas pimienta, lo que le habría causado la muerte.
Otro incidente ocurrió en Buffalo, cuando elementos policiales empujaron a un manifestante de 75 años de edad y este se golpeó fuertemente la cabeza.
El golpe lo mantiene interno en un hospital, mientras que los policías fueron separados y se generó una desbandada de agentes.
El caso ha provocado la reacción del presidente Donald Trump, quien ha acusado al movimiento Antifacista de estar detrás del suceso.
El gobernante por medio de un tuit calificó el video como una trampa, justificando a los policías.
Ambos casos se suman al del afroamericano Manuel Ellis, quien murió en Atlanta en las mismas condiciones de George Floyd.
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